CONCHA MENDEZ
De las mujeres que hicieron cosas muy poco valoradas que deberían haberse valorado mas pero fueron olvidadas por ser mujeres,algunas de estas mujeres hicieron las mismas cosas o mejores que algunos hombres muy famosos ya sea por su musica, poesía u otras muchas cosas que hicieron.
Un ejemplo de estas mujeres es Concha Mendez. Nació en 1898 en Madrid,ella fue una escritora española muy conocida en su época por sus obras poéticas. Hizo muchas de ellas y publico algunas novelas. También consiguió hablar con un famoso escritor para que publicara alguna de sus poesías y consiguió que fueran publicaras una vez a la semana.
Concha fue olvidada en la historia aunque fue muy buena escritora, en cambio Rafael Alberti si fue muy recordado. Ambos hicieron el mismo trabajo, escribir y publicar poesías muy buenas ambas, pero solo el hombre fue recordado en la historia. Con esto quiero decir que estas dos personas hicieron lo mismo en la misma época pero solo uno fue recordado, Concha por el hecho de ser mujer no fue recordada.
Finalmente murió en el 1986
AQUÍ VOY A DEJAR UNA DE DE LAS OBRAS DE CONCHA
Alameda:
guarda bien
mis siete años primeros.
Y los siete
posteriores.
Y el carrusel luminoso
de mis primeros amores.
Vine:
Vine con el deseo de querer a las gentes
y me han ido secando mi raíz generosa.
Entre turbias lagunas bogar veo a la Vida.
Deja estelas de fango, al pasar, cada cosa...
Y hablo así, yo que he sido vencedora en mi mundo,
porque pude vencerme y vencer a deseo.
Pero no me he querido engañar inventándome
una imagen equívoca. Me forcé en cuanto veo...
No despierto a una hora que no traiga consigo,
en un sordo silencio, una queja enganchada.
Tiene el alma un oído que la escucha y la siente.
y me han ido secando mi raíz generosa.
Entre turbias lagunas bogar veo a la Vida.
Deja estelas de fango, al pasar, cada cosa...
Y hablo así, yo que he sido vencedora en mi mundo,
porque pude vencerme y vencer a deseo.
Pero no me he querido engañar inventándome
una imagen equívoca. Me forcé en cuanto veo...
No despierto a una hora que no traiga consigo,
en un sordo silencio, una queja enganchada.
Tiene el alma un oído que la escucha y la siente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario